martes, 17 de julio de 2018
TERESA JARDINERA DE LA LUZ
LAS CASAS DEL CONDE
El Domingo 15 de julio de 2018, a las 19h, en la iglesia parroquial se representó "Teresa, la jardinera de la luz".
Actores y actrices del Grupo de Teatro Lazarillo de Tormes, de la organización ONCE de Salamanca, interpretaron “Teresa, la jardinera de la luz”.
Dice su autor, Renis Rafter: “hoy en día, hablamos mucho de la luz: la luz de la verdad, la sobrenatural, la del sol, la de la luna o la falta de luz en los agujeros negros en el espacio…”, pero ¿quién tiene atrevimiento para ponerse en frente de esa luz cegadora que puede iluminar la existencia entera, aunque también descentra e intimida? La luz de Teresa fue Jesucristo. Con él todo se iluminaba para ella, aunque conllevara tristezas y desconsuelos, incomprensiones y retardos. "Es una visión sobre una mujer extraordinaria que tenía una luz interior que iluminó no solo su época sino que ha continuado a lo largo de cinco siglos y, que hoy en día sigue brillando por su sabiduría, su fuerza, coraje e inteligencia”. Damos las gracias por este derroche de arte con una representación que ha intentado no caer en los tópicos melífluos monjiles. Se trata de una “mujer revolucionaria que fue arrastrada por la luz interior que todos tenemos pero que pocas veces dejamos salir”.
https://www.lajardineradelaluz.com
El grupo de teatro (con información en esta página web) tiene a día de hoy programadas un total de 253 actuaciones, y prevén pasar de las 300 al cerrar este ciclo.
La representación, viva y diferente en cada momento, ha podido ser contemplada en diversos espacios y situaciones escénicas. Por ejemplo:
En la iglesia parroquial de Mogarraz el 27 junio 2015.
En la iglesia parroquial de San Martín del Castañar el 14 agosto 2016.
Ahora esta representación en la iglesia parroquial de Las Casas del Conde, que ha sido la número 209, según nos contaban en la presentación.
Y está prevista (entre otras muchas) la representación el 23 de septiembre de 2018 en la iglesia de Cereceda.
Gracias por seguir siendo “andariegas con la Andariega”…
LAS CASAS DEL CONDE
Domingo 15 de julio de 2018, a las 19h.
Representación teatral
Teresa la Jardinera de la Luz
(Texto y fotos de la prensa digital)
http://salamancartvaldia.es/not/184677/mismo-casas-que-conde-nbsp/
Lo mismo en las casas que con el conde
LAS CASAS DEL CONDE | El grupo de Teatro ‘Lazarillo de Tormes’ representó su montaje ‘Teresa, la jardinera de la luz’ en el marco del conjunto de actuaciones que la Diputación de Salamanca está patrocinando para conmemorar el Año Jubilar Teresiano
Teresa de Cepeda y Ahumada, más tarde Teresa de Jesús, monja carmelita del XVI, parece haber entrado el grupo teatral
‘Lazarillo de Tormes’ para dar luz a una especial ‘jardinera’ que la llevaba en sí misma. Teresa, la jardinera de la luz es el preciso y oportuno título de una obra de teatro que ha sabido llegar a todo tipo de espectadores por la nueva mirada que nos ofrece de una mujer que observó en su oscuro tiempo, y con ojos sinceros e inteligentes todo lo que la rodeaba. Supo perfectamente “dar al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios”, pues su amor por Él hizo que caminara con pie firme por encima de la tierra, y no negara su palabra ni a humildes ni a poderosos. Desde su casa de infancia y adolescencia, pasando por un convento, salió después al mundo para crear otros nuevos, pisando por casas egregias y humildes moradas mientras llamaba a las puertas de san Pedro y del mismo Palacio Real con el estruendo de sus palabras y las sacudidas de su propia vida.
Por los bellos caminos que llevan a la Sierra de Francia, caminaron sin duda, con toda la carga de humanidad que ya conocemos de ellas, y el peso rudo de la lana de sus hábitos gravosos bajo el sol del verano, unas monjas carmelitas, que detuvieron sus pasos para contemplar maravilladas cómo un pequeño pueblo con la misma forma de las herraduras de sus mulas, colgaba de una de las laderas de la Sierra. En realidad es un espejismo al que se encaminan para descubrir que se encuentran de nuevo en la iglesia del convento de Alba de Tormes donde su querida madre Teresa agoniza. Siempre el mismo camino largo y duro, la misma fuerza y energía que ella ha dejado en sus vidas, y en sus corazones y cabezas siempre las palabras de una mujer entregada a Dios y a los hombres. Sin miedo, les ha hablado de igualdad, justicia y valor. Ahora estas mujeres saben de esto porque en la palabra está todo. Y todo sobre Teresa es lo que van a dar a conocer a los habitantes de Las Casas del Conde, que acogedores como con todos los que a su puerta llegan, las esperan impacientes.
Calles empedradas de siglos, con sus casas serranas que se arraciman por las cuestas que la ladera impone, y que hace de la estructura un bello Vía Crucis que culmina en un Calvario donde entre dos Cruces, hay una tercera donde un día agonizara el muy amado de su madre, Jesús de Nazaret. Pero el pueblo también guarda la alegría en los preciosos y coloreados geranios que cuelgan de sus casas y el coraje de unas gentes que lucharon por ser independientes del Condado al que pertenecían, para conservar unas tierras que aseguraban su modo particular de vida, como particular es su clima, y las tradiciones que guardan como un tesoro. Por eso cuando abrieron las puertas de su iglesia de santa Catalina para presenciar lo que Teresa, la jardinera de la luz venía a contarles, los caseños se dejaron atrapar rápidamente por el singular ambiente en que la obra les envolvió para viajar en el tiempo y espacio con unos actores que dejaron de serlo en cuanto accedieron al altar de su parroquia y fueron las personas que ante ellos como testigos, les presentaron a un ser de carne y hueso que ha marcado y seguirá marcando muchas vidas como las suyas.
La mujer monja que el padre dominico del púlpito quiere enviar a la hoguera, cometió el pecado de leer, escribir, saber pensar sobre Dios y el mundo y hablar con ambos. Con la paz, humildad y libertad que dan luz a la inteligencia pisó con fuerza los caminos que la llevaron a donde quiso llegar. Una historia normal, de una mujer cualquiera que eligió cómo vivir, vestirse y expresarse de palabra y por escrito para ser coherente con ella misma. Tan sencillo como comprensible, tan armonioso como la música renacentista que sale de un órgano que acompaña durante todo el montaje los momentos más duros, tiernos, bellos o elegantes que gracias a estos actores de ‘Lazarillo de Tormes’ los vecinos de Las Casas del Conde pudieron disfrutar.
Al volver a la realidad de la tarde de mediados de julio, todos los presentes, después de descargar una contenida emoción desbordada en aplausos, y tras haber felicitado al grupo teatral, corrieron sin duda a buscar lo mejor de sus productos como el pan, vino y aceite que sus tierras y manos producen, para agasajar a un grupo de personas que después de tan magnífico trabajo y por lo oído en escena no desdeñarían tan grato agradecimiento. Gran calidad la de los productos de este bellísimo lugar, que aún están por descubrirse en su totalidad, porque su buen vino y aceite empiezan como ahora Teresa de Jesús a ser vistos y valorados en su justa medida. La Diputación de Salamanca ha sabido valorar la calidad de todo lo que nuestra provincia produce.
(Nada te turbe...)
sábado, 14 de julio de 2018
SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR Y SUS CAMPANAS
CAMPANAS QUE ANUNCIAN BUENAS NOTICIAS PARA TODOS
El 3 de julio 2018 se revisaron las campanas.
Estas secuencias recogen el SONIDO de cada campana. No pretende ser un toque particular.
Animamos a recuperar el sonido de nuestras campanas somo servicio para todos.
CAMPANAS QUE ANUNCIAN BUENAS NOTICIAS PARA TODOS
El 3 de julio 2018 se revisaron las campanas.
Estas secuencias recogen el SONIDO de cada campana. No pretende ser un toque particular.
Animamos a recuperar el sonido de nuestras campanas somo servicio para todos.
viernes, 13 de julio de 2018
sábado, 7 de julio de 2018
¡ATENCIÓN: Algún ajuste de fechas y horarios!
CampanarioSerrano TOQUE DE CAMPANAS
El Domingo 15 de julio realizaremos diversos toques de
campanas en los campanarios de estos 4 pueblos. Horario:
9,30h desayuno en Cereceda.
10h Toques en la iglesia de CERECEDA.
11:30h Toques en la Iglesia de LAS CASAS DEL CONDE, abajo,
junto al Río Francia.
13h Toques en la Iglesia de SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR.
13,30H EUCARISTÍA DOMINICAL EN SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR.
14h Comida compartida, de "traje"... en San Martín
del Castañar, Centro Parroquial.
Como veis, y debido a la circunstancia del arreglo de la
carretera, el Toque de Campanas en el Campanario de MOGARRAZ se realizará el
DOMINGO 5 DE AGOSTO, a las 10:30h. La Eucaristía será a las 12h.
Gracias por compartir esta noticia en tus redes.
Anímate y vente en coche por los pueblos de la Sierra de
Francia. Acoge y lleva a otros en tu coche... Invitados todos, personas,
familias, chicos, grandes... Invitados campaneros, tamborileros... Invitados a
pasear por la Sierra; invitados a escuchar los Toques de Campana y algunas
explicaciones; invitados a la Eucaristía Dominical; invitados a comer juntos,
compartiendo el alimento, la vida, la música, los bailes, conociendo gente y
disfrutando en el comienzo de este tiempo de verano tan intenso.
Gracias y ánimo.
Esteban
jueves, 21 de junio de 2018
ORDENACIÓN SACERDOTAL
El diácono Antonio Carreras será ordenado presbítero en la Catedral Vieja
El domingo 24 de junio, festividad de la Natividad de San Juan Bautista, el Obispo de Salamanca Mons. Carlos López ordenará sacerdote al diácono Antonio Carreras Sánchez-Granjel, en una solemne eucaristía que dará comienzo a las 18.00 horas en la Catedral Vieja. Antonio ha escogido como lema para su ordenación: “El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás” (Jn 4, 13-14). Toda la comunidad diocesana está invitada a la ceremonia para acompañarle en su paso definitivo hacia el presbiterio y dar gracias Dios por este gran regalo para nuestra Iglesia diocesana.
Tras su ordenación Antonio Carreras celebrará sus primeras eucaristías el lunes 25 de junio, a las 20.00 h. en la parroquia de la Purísima. El domingo 1 de julio a las 13.00 h. en San Juan Bautista y el 8 de julio, a las 12.00 h. en la parroquia de Alba de Tormes.
Natural de Salamanca, Antonio Carreras, de 36 años, ha cimentado su fe en el seno de su familia, en el Colegio Maristas donde estudió y en la parroquia de La Purísima donde en su etapa universitaria estuvo más vinculado y donde se integró en los Grupos de Biblia. Tras completar su Licenciatura en Derecho y realizar un máster en Madrid trabajó durante cinco años en una consultoría.
Con 29 años sintió que su camino iba en otra dirección y pidió acompañamiento en la congregación de los misioneros claretianos. Mientras discernía su vocación religiosa inició sus estudios de Teología en la Universidad en la Universidad Pontificia de Comillas-Madrid. Pero Dios tenía otros planes reservados para él y un par de años después se sintió llamado al sacerdocio secular. Regresó a Salamanca e ingresó en el Seminario diocesano en 2015 continuando sus estudios de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca que finalizó en 2016.
Antonio fue ordenado diácono, el paso previo al sacerdocio, el 10 de diciembre de 2017 en la iglesia parroquial de Alba de Tormes donde ha estado realizando su etapa pastoral acompañado de sus párrocos Juan Francisco Buitrago y Gonzalo Escamilla. El próximo 24 de junio Antonio responderá ‘Sí’ a Jesucristo con la entrega sacerdotal de su vida.
Tomado de:
http://www.diocesisdesalamanca.com/noticias/el-diacono-antonio-carreras-sera-ordenado-presbitero-en-la-catedral/
---
Testimonio de Antonio Carreras ante su próxima ordenación sacerdotal
Recuerdo bien la primera enseñanza que me dio mi formador al entrar en el Seminario: “Déjate hacer por el Señor, ten siempre buena voluntad y sé transparente”. Tres indicaciones concisas, dos obvias para cualquier proceso formativo que se tome con un mínimo de exigencia, y una más misteriosa e inquietante, dejarse hacer por el Señor. Ofrecerme al Señor, para que me guarde y me acompañe, y dejarme hacer por Él, porque Él, mucho antes, comenzó la obra buena de mi salvación y será también Él, el que un día la lleve a término. Dejarse hacer por el Señor, para ser desde el primer día un buen seminarista y llegar a ser, si Dios lo quiere, un santo sacerdote, un sacerdote unido siempre a Cristo y a su Iglesia. Eso es lo que pensaba cuando comencé el Seminario y eso es lo que he estado pidiendo al Señor todos estos años: ser el sacerdote que Dios quiere. Y no buscar ser el sacerdote que a mí más me gustaría, o el que más guste y contente a todos.
En el comienzo de mi vida sacerdotal este es el ideal al que aspiro cada día, dejarme hacer según el corazón de Jesús, el buen Pastor. Sin olvidar nunca que el ministerio que se me ha confiado no es algo mío, porque ser sacerdote no es ni un derecho ni una profesión clerical, sino que es un ministerio referido a nuestro Señor Jesucristo y a los hombres. Un servicio que lleva a plenitud mi existencia, configurándome con Cristo Sacerdote en el envío que la Iglesia hace conmigo para que sirva y acompañe a su Pueblo.
“Ser el sacerdote que Dios quiere, es el ideal al que aspiro cada día”
Hay una frase del comienzo de la exhortación postsinodal de Pastores Davo Vobis que me acompaña desde los años de los estudios de Teología. “¡Permanecer fieles a la gracia recibida! En efecto, el don de Dios no anula la libertad del hombre, sino que la promueve, la desarrolla y la exige”. La gracia de Dios que a los sacerdotes nos alcanza por el sacramento del Orden, como signo real y eficaz de la acción salvadora de Dios en nosotros, lleva a término nuestra vocación y sirve a nuestra santidad. A pesar de las renuncias, de los sacrificios o de los encargos difíciles que nos confíen, Dios actúa en los sacerdotes, respetando siempre nuestra libertad, y nos hace capaces de llegar a ser lo que por nuestras limitaciones o debilidades nunca podríamos alcanzar. Y aunque lo que hagamos parezca a los ojos del mundo, poco, escaso e insignificante, el sacerdocio ministerial, imprescindible en la vida de la Iglesia, se pone siempre al servicio del sacerdocio común de todo bautizado para el desarrollo de su gracia bautismal, sosteniendo y alimentando siempre su vida. Y de este modo, Cristo, sirviéndose de hombres frágiles y limitados, sigue construyendo y conduciendo a su Iglesia.
Estos meses en Alba, en los que he servido como diácono y he celebrado la Palabra en las parroquias y pueblos cercanos, me han hecho tomar conciencia de la gran necesidad que tienen hoy nuestros fieles de muchos lugares para vivir su fe. La falta de sacerdotes es una necesidad real y urgente. Sin sacerdotes en sus comunidades, ellos sienten que no pueden vivir la centralidad de su fe, la eucaristía. Palpar esta necesidad en las gentes de nuestros pueblos, en sus palabras y gestos, es descubrir lo que significa vivir radicalmente el mandato fundamental y fundante de la vida cristiana, como centro de su existencia y de su misión ahora y siempre “id y haced discípulos a todos los pueblos enseñándoles y bautizándoles” y “haced esto en memoria mía”. Es la necesidad apremiante por cumplir el mandato de anunciar su Evangelio y de renovar cada día el sacrificio de su cuerpo que se entrega por la salvación del mundo. Y aunque haga frío, llueva o haga un calor de espanto, y el cura no vaya y sea un laico o un diácono el que les acompañe, rece la Palabra y ore con ellos, permanecen constantes y fieles celebrando el Día del Señor.
«Ser sacerdote no es ni un derecho ni una profesión clerical, sino que es un ministerio referido a nuestro Señor Jesucristo y a los hombres. Un servicio que lleva a plenitud mi existencia».
Este testimonio de fidelidad de estos hombres y mujeres, me ha hecho descubrir y comprender mejor que si el fruto de la vida sacramental es a la vez personal y eclesial, también para el sacerdote su ministerio será para Dios en Cristo y para la Iglesia a la que sirve razón de crecimiento en su testimonio al mundo. Y precisamente porque ni la santidad, ni la vida ministerial parecen cotizar al alza en nuestro mundo, manifestar la santidad del hombre y de la creación, desde el anuncio de la Palabra y desde la presencia real de Cristo en sus sacramentos con el pueblo fiel y santo que custodia la fe de la Iglesia en nuestras tierras, es la mayor encomienda que el Señor puede hacernos hoy a los sacerdotes.
Los cristianos tenemos fe y confianza en la Palabra del Señor, en su promesa en que él nunca nos abandonará y que siempre intercederá por nosotros. Esa promesa es la prenda de mi sí al Señor y la respuesta de mi seguimiento en el Seminario estos años. Con los ojos y el corazón puesto en Jesucristo, el Buen Pastor, me sigo encomendando a vuestras intenciones y oraciones.
http://www.diocesisdesalamanca.com/noticias/testimonio-de-antonio-carreras-antes-su-proxima-ordenacion-sacerdotal/
El diácono Antonio Carreras será ordenado presbítero en la Catedral Vieja
El domingo 24 de junio, festividad de la Natividad de San Juan Bautista, el Obispo de Salamanca Mons. Carlos López ordenará sacerdote al diácono Antonio Carreras Sánchez-Granjel, en una solemne eucaristía que dará comienzo a las 18.00 horas en la Catedral Vieja. Antonio ha escogido como lema para su ordenación: “El que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás” (Jn 4, 13-14). Toda la comunidad diocesana está invitada a la ceremonia para acompañarle en su paso definitivo hacia el presbiterio y dar gracias Dios por este gran regalo para nuestra Iglesia diocesana.
Tras su ordenación Antonio Carreras celebrará sus primeras eucaristías el lunes 25 de junio, a las 20.00 h. en la parroquia de la Purísima. El domingo 1 de julio a las 13.00 h. en San Juan Bautista y el 8 de julio, a las 12.00 h. en la parroquia de Alba de Tormes.
Natural de Salamanca, Antonio Carreras, de 36 años, ha cimentado su fe en el seno de su familia, en el Colegio Maristas donde estudió y en la parroquia de La Purísima donde en su etapa universitaria estuvo más vinculado y donde se integró en los Grupos de Biblia. Tras completar su Licenciatura en Derecho y realizar un máster en Madrid trabajó durante cinco años en una consultoría.
Con 29 años sintió que su camino iba en otra dirección y pidió acompañamiento en la congregación de los misioneros claretianos. Mientras discernía su vocación religiosa inició sus estudios de Teología en la Universidad en la Universidad Pontificia de Comillas-Madrid. Pero Dios tenía otros planes reservados para él y un par de años después se sintió llamado al sacerdocio secular. Regresó a Salamanca e ingresó en el Seminario diocesano en 2015 continuando sus estudios de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca que finalizó en 2016.
Antonio fue ordenado diácono, el paso previo al sacerdocio, el 10 de diciembre de 2017 en la iglesia parroquial de Alba de Tormes donde ha estado realizando su etapa pastoral acompañado de sus párrocos Juan Francisco Buitrago y Gonzalo Escamilla. El próximo 24 de junio Antonio responderá ‘Sí’ a Jesucristo con la entrega sacerdotal de su vida.
Tomado de:
http://www.diocesisdesalamanca.com/noticias/el-diacono-antonio-carreras-sera-ordenado-presbitero-en-la-catedral/
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Testimonio de Antonio Carreras ante su próxima ordenación sacerdotal
Recuerdo bien la primera enseñanza que me dio mi formador al entrar en el Seminario: “Déjate hacer por el Señor, ten siempre buena voluntad y sé transparente”. Tres indicaciones concisas, dos obvias para cualquier proceso formativo que se tome con un mínimo de exigencia, y una más misteriosa e inquietante, dejarse hacer por el Señor. Ofrecerme al Señor, para que me guarde y me acompañe, y dejarme hacer por Él, porque Él, mucho antes, comenzó la obra buena de mi salvación y será también Él, el que un día la lleve a término. Dejarse hacer por el Señor, para ser desde el primer día un buen seminarista y llegar a ser, si Dios lo quiere, un santo sacerdote, un sacerdote unido siempre a Cristo y a su Iglesia. Eso es lo que pensaba cuando comencé el Seminario y eso es lo que he estado pidiendo al Señor todos estos años: ser el sacerdote que Dios quiere. Y no buscar ser el sacerdote que a mí más me gustaría, o el que más guste y contente a todos.
En el comienzo de mi vida sacerdotal este es el ideal al que aspiro cada día, dejarme hacer según el corazón de Jesús, el buen Pastor. Sin olvidar nunca que el ministerio que se me ha confiado no es algo mío, porque ser sacerdote no es ni un derecho ni una profesión clerical, sino que es un ministerio referido a nuestro Señor Jesucristo y a los hombres. Un servicio que lleva a plenitud mi existencia, configurándome con Cristo Sacerdote en el envío que la Iglesia hace conmigo para que sirva y acompañe a su Pueblo.
“Ser el sacerdote que Dios quiere, es el ideal al que aspiro cada día”
Hay una frase del comienzo de la exhortación postsinodal de Pastores Davo Vobis que me acompaña desde los años de los estudios de Teología. “¡Permanecer fieles a la gracia recibida! En efecto, el don de Dios no anula la libertad del hombre, sino que la promueve, la desarrolla y la exige”. La gracia de Dios que a los sacerdotes nos alcanza por el sacramento del Orden, como signo real y eficaz de la acción salvadora de Dios en nosotros, lleva a término nuestra vocación y sirve a nuestra santidad. A pesar de las renuncias, de los sacrificios o de los encargos difíciles que nos confíen, Dios actúa en los sacerdotes, respetando siempre nuestra libertad, y nos hace capaces de llegar a ser lo que por nuestras limitaciones o debilidades nunca podríamos alcanzar. Y aunque lo que hagamos parezca a los ojos del mundo, poco, escaso e insignificante, el sacerdocio ministerial, imprescindible en la vida de la Iglesia, se pone siempre al servicio del sacerdocio común de todo bautizado para el desarrollo de su gracia bautismal, sosteniendo y alimentando siempre su vida. Y de este modo, Cristo, sirviéndose de hombres frágiles y limitados, sigue construyendo y conduciendo a su Iglesia.
Estos meses en Alba, en los que he servido como diácono y he celebrado la Palabra en las parroquias y pueblos cercanos, me han hecho tomar conciencia de la gran necesidad que tienen hoy nuestros fieles de muchos lugares para vivir su fe. La falta de sacerdotes es una necesidad real y urgente. Sin sacerdotes en sus comunidades, ellos sienten que no pueden vivir la centralidad de su fe, la eucaristía. Palpar esta necesidad en las gentes de nuestros pueblos, en sus palabras y gestos, es descubrir lo que significa vivir radicalmente el mandato fundamental y fundante de la vida cristiana, como centro de su existencia y de su misión ahora y siempre “id y haced discípulos a todos los pueblos enseñándoles y bautizándoles” y “haced esto en memoria mía”. Es la necesidad apremiante por cumplir el mandato de anunciar su Evangelio y de renovar cada día el sacrificio de su cuerpo que se entrega por la salvación del mundo. Y aunque haga frío, llueva o haga un calor de espanto, y el cura no vaya y sea un laico o un diácono el que les acompañe, rece la Palabra y ore con ellos, permanecen constantes y fieles celebrando el Día del Señor.
«Ser sacerdote no es ni un derecho ni una profesión clerical, sino que es un ministerio referido a nuestro Señor Jesucristo y a los hombres. Un servicio que lleva a plenitud mi existencia».
Este testimonio de fidelidad de estos hombres y mujeres, me ha hecho descubrir y comprender mejor que si el fruto de la vida sacramental es a la vez personal y eclesial, también para el sacerdote su ministerio será para Dios en Cristo y para la Iglesia a la que sirve razón de crecimiento en su testimonio al mundo. Y precisamente porque ni la santidad, ni la vida ministerial parecen cotizar al alza en nuestro mundo, manifestar la santidad del hombre y de la creación, desde el anuncio de la Palabra y desde la presencia real de Cristo en sus sacramentos con el pueblo fiel y santo que custodia la fe de la Iglesia en nuestras tierras, es la mayor encomienda que el Señor puede hacernos hoy a los sacerdotes.
Los cristianos tenemos fe y confianza en la Palabra del Señor, en su promesa en que él nunca nos abandonará y que siempre intercederá por nosotros. Esa promesa es la prenda de mi sí al Señor y la respuesta de mi seguimiento en el Seminario estos años. Con los ojos y el corazón puesto en Jesucristo, el Buen Pastor, me sigo encomendando a vuestras intenciones y oraciones.
http://www.diocesisdesalamanca.com/noticias/testimonio-de-antonio-carreras-antes-su-proxima-ordenacion-sacerdotal/
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