Nuevo Viacrucis
pintado por Favila para la Parroquia de Mogarraz
El domingo 12 de julio de 2015 la comunidad cristiana
celebró la Eucaristía que convoca a este pueblo y sus familias como de
costumbre. Al finalizar, y seguidos de cruz procesional y velas, nos dirigidos
a un lateral del robusto templo neoclásico de finales del siglo XVIII donde
aguardaban a la asamblea, colgadas en las paredes blancas, algunas de las 15
nuevas estaciones del viacrucis para ser presentadas en público.
En ese momento recordamos el significado esencial de los
objetos de culto cristianos, que son un medio para el encuentro personal con
Jesucristo. De nada serviría atesorar estupendas obras de arte en las
celebraciones de la iglesia si no son un instrumento, un canal para dejar
aflorar los hondos sentimientos de la experiencia creyente.
Tomó entonces la palabra Visitación Cascón
Puerto, Catedrática de Geografía, Historia y Arte, en el IES “El Brocense” de
Cáceres, y mogarreña. Ella nos recordó que de los presentes muros han colgado imágenes
de tres Viacrucis en distintos momentos.
El primero y más antiguo, ya desaparecido, estaba compuesto
por catorce pequeñas cruces de madera, con numeración romana. El segundo Viacrucis,
y que estuvo hasta hace unos días, fue regalado en el año 1940 por Alfonso
Herrera Cascón, con el primer sueldo de su recién estrenado trabajo de médico.
Estas 14 láminas han sido limpiadas y oportunamente serán colocadas en un nuevo
emplazamiento para incentivo de la feligresía.
El tercero es este presente Viacrucis. Es un regalo de Agustín
de Luis Criado, quien ha desarrollado gran parte de su vida fuera de Mogarraz, pero
nunca se ha olvidado del pueblo que lo vio nacer, y continúa colaborando con sus
paisanos y la parroquia.
El autor de esta obra es Amado Favila González, pintor y
escultor asturiano, nacido en Grado (Asturias). Es autor de numerosas
esculturas y obras pictóricas, esparcidas por toda la geografía española. Y
vinculado también a Mogarraz: para esta iglesia pintó el cuadro del Papa San
Juan Pablo II, y en el verano del año 2002 fue pregonero de la fiesta de la
Virgen de las Nieves, patrona de nuestra localidad serrana.
Viacrucis significa “Camino de la Cruz”. El Viacrucis es el
recorrido que hizo Cristo durante la Pasión, desde el Pretorio de Pilato hasta
el monte Calvario, y luego desde que fue clavado en la Cruz y murió, hasta que
fue colocado, cadáver, en el sepulcro. El origen del Viacrucis se remonta a los
primeros cristianos de Jerusalén, como consecuencia natural e inmediata del
recuerdo de la Pasión de Cristo. Estos cristianos recorrían los lugares
relacionados con la Pasión y muerte de Cristo. El número de cristianos que transitan
estos lugares va en aumento cuando el emperador romano Constantino el Grande,
por el Edicto de Milán, en el año 313, concede la libertad a los cristianos de
su imperio. De esta manera las peregrinaciones de cristianos a Los Santos
Lugares crecen y afianzan nuevas formas rituales de devoción.
Con motivo de las Cruzadas, en los siglos XI al XIII, se
manifestó aún más la devoción hacia los Santos Lugares, donde se habían vivido los
mencionados episodios de la Pasión de Cristo, Salvador Nuestro. Los cruzados no
se contentaron con venerar esos lugares santos, sino que traen a sus
respectivos países la idea de realizar algo parecido a lo que habían vivido y
obrado en Jerusalén. De ahí que surgieran en muchos países de Europa los llamados
“Calvarios”, que en el siglo XVI se empezarán a llamar Viacrucis. Los
cristianos europeos manifestaban así su fervor y amor a la Pasión de Cristo.
Probablemente fueron los Franciscanos los primeros en
establecer el Vía Crucis ya que a ellos se les concedió en 1342 la custodia de
los lugares más preciados de Tierra Santa. Comprendiendo la dificultad de
peregrinar a la Tierra Santa, el papa Inocencio XI en 1686 concedió a los
franciscanos el derecho de erigir Estaciones en sus iglesias para que fuera
rezado en sus propias iglesias según la forma acostumbrada.
En el siglo XX diversos autores han añadido a las catorce
estaciones, una más, la Resurrección de Cristo. Favila ha recogido para el ya
viacrucis mogarreño esta decimoquinta estación, con la que culmina en vida y
plenitud, la Pasión y muerte Cristo.
Las Estaciones de la Cruz se pueden recorrer y meditar con
gran beneficio todo el año y son especialmente significativas durante la
Cuaresma, tiempo que prepara a la Pascua de Jesucristo. En nuestras retinas
están frescas las imágenes que recuerdan cómo cada Viernes Santo el Papa dirige
las Estaciones de la Cruz desde el Coliseo en Roma para recordar a los mártires
y así estimular nuestro seguimiento de los pasos del Salvador.
Ojalá nuestro templo parroquial no solo albergue esta
estupenda iconografía de la Pasión de Jesús en su interior. Ojalá quienes
contemplamos y meditamos los relatos de la Pasión podamos adentrarnos en la
experiencia de sabernos salvados y amados, y obremos así con quienes rodean
nuestra vida.
Hacia el final del acto, tomó la palabra el autor, Favila,
quien agradeció a los presentes su acogida, y las reiteradas muestras de
complacencia por la obra entregada a la Parroquia.
Inmediatamente después el autor, ayudado por miembros de
esta parroquia, desvelaron las estaciones cubiertas con bellas telas serranas.
Así mostraron al grupo reunido los trazos limpios, sueltos y decididos de las
15 interpretaciones del clásico viacrucis diseñadas por Favila. Son 15 tablas
de 48 X 60 cmts con un fondo purpurina ocre, 4 volutas decorativas en cada
esquina, donde destacan las escenas en un encuadramiento ojival, con pintura
acrílica, predominando rojos y sienas.
Para acabar el Administrador Parroquial, invitó a
todos a sintetizar esta presentación dominical, orando juntos con las palabras
de Jesús y elevando a los cielos del templo la invocación del Padre Nuestro.
Esteban
Tel. 610367814