jueves, 12 de noviembre de 2015

11 noviembre 2015 San Martín de Tours

Soleada jornada en honor al Santo Patrono en San Martín del Castañar y en la Parroquia homónima de la Capital Charra




La comunidad parroquial de San Martin en San Martín del Castañar de nuestra diócesis salmantina celebró ayer miércoles 11 de noviembre su fiesta patronal. Es día de fiesta patronal en San Martín del Castañar, en su Parroquia y en su vecindad. San Martín de Tours, santo europeo y universal, por influencia de la repoblación medieval francesa,  dio nombre a este bello paraje de la Sierra de Francia.



Esta fecha de noviembre está marcada hondamente en los corazones de los sanmartinejos que viven en la localidad, y también en aquellos que lo recuerdan desde sus lugares de vida y trabajo en otros puntos de la geografía salmantina, española y universal.



Ya la tarde víspera de la fiesta hubo salmos y rezo de vísperas en la parroquia, y al atardecer, cantos por las calles, homenajeando al santo patrono.



En la mañana del 11 miércoles, y reunidos los feligreses por la música de flauta y tamboril, celebraron la Eucaristía patronal en la iglesia parroquial a las 12 h. Fue momento oportuno para orar juntos a nuestro Señor Jesucristo. Que San Martín haga posibles nuevas maneras de "partir las capa con el pobre", con los pobres de hoy, fortaleciendo nuestro seguimiento en una comunidad cada vez más de Jesucristo, más de su Reino. También uniéndonos más como pueblo y vecinos. También uniéndonos mejor a través de la Iglesia Diocesana, muy especialmente en este tiempo de oportunidad que es la Asamblea Diocesana actual. Y con una súplica final: reconocer la propia vida como un regalo y un don para los demás, redescubriendo a diario nuestra “vocación”, escuchando la llamada que Dios hace a la vida familiar, religiosa y sacerdotal. Como hizo San Martín en los diversos momentos de su intensa vida.



Al finalizar la Eucaristía los fieles, embozados en capas castellanas, portaron la imagen del patrón para caminar en luminosa procesión por las calles laterales de la iglesia.

A esta fiesta, anteriormente la principal de la localidad, se añade el convite vecinal en el Hogar de los Mayores, al compás de flauta y el tamboril. Y también se aprovecha para felicitar a los mayores del municipio a través de la Asociación de Jubilados local en la comida homenaje.

Gracias a Dios, hemos podido disfrutar de un espacio soleado y cálido en nuestra celebración haciendo honor al buen tiempo  patrocinado por el santo francés. Nuestro Santo Martín es de los pocos que puede presumir de manejar con cierto antojo y enchufe el clima para regalarnos bonanza antes de introducirnos en el frío invierno. Un “veranillo” (o “veroño” como dicen los más modernos) este año un poco más prolongado.



Pero por la noche aún quedaba una singular nota de unidad en la fe de la Iglesia Diocesana. Al anochecer un nutrido grupo de feligreses naturales de San Martín del Castañar de la Sierra, que no pudieron estar presentes en su pueblo durante la mañana, fueron acogidos en la Parroquia de San Martín de la capital charra (situada junto a la Plaza Mayor, en el Corrillo) para revivir la intensidad de la fe en Jesucristo y la intercesión del compartido Santo, Martín. Gracias a la parroquia capitalina, a sus párrocos y sacerdotes concelebrantes, por esta espléndida muestra de hogar en el corazón de la Iglesia de Jesucristo.









Recordemos para finalizar algunos datos de la figura de San Martín de Tours. En la biografía del santo es común rememorar el episodio en que, cabalgando envuelto en su amplio manto de guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío. Con gesto generoso cortó su manto y le dio la mitad al pobre. Por la noche, en sueños, vio a Jesús envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole agradecido.
Martín, hijo de un tribuno romano, nació en Sabaria, en Panonia (Hungría actual), hacia el 315. A los quince años ya vestía el uniforme militar. El episodio del manto hay que colocarlo en este periodo, porque a los 18 años recibió el bautismo y abandonó la milicia para seguir a San Hilario de Poitiers, su maestro.
Después de un breve noviciado de vida eremítica en la Isle Galinaria, Martín fundó dos monasterios: Ligugé, el más antiguo de Europa, y Marmoutier, que se convertiría en un gran centro de vida religiosa.
Después del paréntesis contemplativo, siguió el activo: Martín, elegido obispo de Tours, se convirtió en el grande evangelizador de Francia. Había sido, como se dice, soldado sin quererlo, monje por elección y obispo por deber. En los 27 años de vida episcopal se ganó el amor entusiasta de los pobres, de los necesitados y de cuantos sufrían injusticias, pero no era bien visto por los de su clero que querían vivir tranquilamente.
De hecho fue acusado por un sacerdote llamado Bricio. Su respuesta fue proverbial: “¿Si Cristo soportó a Judas, por qué no debería yo soportar a Bricio?”
Murió el 8 de noviembre del 397 en Candes, durante una visita pastoral. Sus funerales, que tuvieron lugar tres días después, fueron una verdadera apoteosis; en ese día, el 11, se conmemora su memoria. Se puede considerar como el primer santo no mártir con fiesta litúrgica. Esa fecha quedó también como punto de referencia en los contratos de arrendamientos, de terrenos, de compraventas, en el mundo agrícola: “el nuevo vino se bebe en San Martín”, se dice todavía hoy en muchas regiones de Italia y Francia.







(Imaginario: Tenemos la imagen de cabecera que es del Maestro de Riglos, Galicia, año 1400, luego siguen todas las fotos y video tomados el 11-12-2015, y aquí al final san martin de tours en un frontal de altar del museo de peregrinaciones de Santiago de Compostela)