lunes, 30 de octubre de 2017

LA ALEGRÍA DE TODOS LOS SANTOS

1 NOVIEMBRE

Te ofrecemos leer las Bienaventuranzas.

Es central en el anuncio realizado por Jesús
con sus palabras y sus obras acerca del reinado de Dios.
Este reino no es de poder o imposición,
sino de servicio y auténtica libertad,
donde la entrega de la propia vida hace felices a las personas
y donde ser hermanos el es gran reto
de la humanidad querida por Dios Padre-Madre.


Evangelio según San Mateo (Mt 5, 1-12)

Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
“Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo”.


Texto de apoyo, oración:
Coloquio ante las bienaventuranzas

Señor, creo que nunca olvidaré ese día, sentado junto a ti, entre tus amigos. Tus palabras han cambiado mi vida. Deseo recibir ese don del Reino de Dios y participar activamente en él. Por eso necesito que cambies muchas cosas en mi vida: mi corazón no es el de un pobre, y tendría que serlo; tú sabes que paso de largo ante el dolor y el llanto incluso de muchas personas que están cerca de mí, necesito un corazón compasivo; sabes que me desentiendo de muchas situaciones conflictivas, porque tengo miedo de luchar por la verdad y la justicia, necesito ese coraje profético que tú tienes; sabes que mi mirada no es limpia ni transparente, por eso necesito la claridad de tu mirada. Cómo me gustaría que la gente que entrara en contacto conmigo y con los cristianos de mi comunidad, al vernos, exclamara: ¡anda! ¡cómo se parecen a Jesús! su mirada, sus sentimientos, su lucidez, su talante firme y pacífico… Señor, toma mi barro, toma nuestro barro, y moldéalo otra vez para que se llene de vida, de tu Vida: una vida que rezume Reino de Dios.
(Pep Baquer, SJ)


LA ALEGRÍA DE TODOS LOS SANTOS.
También tú eres llamado a vivir y participar de la Santidad de Dios.
Tranquilidad... ser santo no es ser un bicho raro, como tantas veces quizá ha podido entenderse. La Santidad de Dios se torna felicidad auténtica en las personas que participan de la vida en Dios. Por eso el cartel de arriba expresa el agradecimiento por todos los santos y santas de Dios, hombres y mujeres de toda condición que han arriesgado al recibir el estímulo (gracia) de Dios para vivir felices (incluso entre lágrimas...). Son muchos, muchos. Algunos conocidos, algunos muy conocidos, otros des-conocidos... pero inscritos en el corazón de Dios, aunque no estén en las listas de nuestra Iglesia. ¿Y por qué no tienen rostro?...  Porque tú puedes incluir tu rostro, en en esos "fotocol" de los famosos. ¡Tú eres santo, eres santa!, una persona que decide (pese a todos los errores, pecados, debilidades) vivir al estilo de Jesús, repartiendo la serena convicción de una Humanidad nueva en Dios. Gente haciendo el bien.